-“No puedo con esto”
-¿Con qué?
– Con todo…..
-¿Qué es todo?
– La vida
Así empiezan muchas sesiones de terapia….
Desmadejando esta línea de pensamientos, en realidad, nos damos cuenta que sentimos que no podemos porque nuestra expectativa emerge desde el control. Queremos hacer muchas cosas, muchas más de las que necesitamos hacer en realidad. Y todo a la vez. Y todo perfecto….
Cuando estamos en este bucle es normal que nos sintamos frustrados, cansados agobiados y que la sensación es que no podamos con la vida.
¿Qué hacer cuando estamos así?
Lo primero es soltar esa demanda exhaustiva con nosotros mismos. Y preguntarnos:
¿Cómo estoy?
¿Me gusta como me siento?
¿Cómo me quiero sentir?
¿Qué tengo que hacer para llegar hasta ahí?
Algunas de las respuestas aparecerán rápido y otras, en cambio puede que nos pesen como una roca y nos quedemos enganchados rumiando posibles respuestas. Céntrate en las que puedes responder. Y ponte a ello. Una cosa a la vez.
¿Qué hago con las que no puedo responder?
Puedes escribir sin filtros todo lo que se te pase por la cabeza.
Puedes pedir ayuda a un profesional para que te ayude a “desmadejar” tus pensamientos y emociones.
Puedes hacer una lista de posibles soluciones e ir intentando cada una de ellas con paciencia, amor y autocuidado.
Puedes hacerte las preguntas de maneras distintas a ver si te ayuda a pensar en soluciones alternativas.
No se trata de poder con todo, se trata de vivir de una manera que sea funcional, coherente y amable con nosotros mismos.
No somos máquinas de productividad, somos seres humanos, con un biorritmo personal que hemos de honrar y cuidar por nuestra salud mental y física.