El agotamiento es una señal de que algún aspecto nuestro (o varios) necesitan nuestra pronta atención. Lo extraordinario de sentirnos en un estado con necesidad de reposo es el entorno favorable para que nuestras necesidades reales puedan expresarse y solicitar que volquemos allí nuestro interés.
Al principio del agotamiento podemos sentir la contrariedad que origina el prestar atención a aquello que veníamos reprimiendo (sino no hubiéramos terminado en estado de agotamiento). Una vez podemos aceptar que esa incomodidad no se irá a ninguna parte a menos que pongamos nuestro ímpetu allí aparece esa necesidad de descanso, esa sensación que sentimos de libertad cuando nos damos el permiso de parar. Allí empezamos a restablecer nuestra energía vital y comenzamos a mejorar.
El agotamiento puede enseñarnos muchas cosas. Poder tener tiempo para las cosas que alimentan nuestra alma de manera transversal y dejar de estar en piloto automático con nuestros haceres. Ese alimento puede provenir de diversas fuentes: la calma del hogar, tocar un instrumento, investigar algo de nuestro interés, dar y recibir afecto. Muchas veces podemos dar por sentado que la vida se constituye por aquello que hacemos y que logramos y nos olvidamos de aquello que sostiene el alma de cada uno de nosotros. Son aquellas cosas que nos hacen sentir calor en el corazón, sensación de presente, conexión con una misma y/o con otros.
El agotamiento nos vuelve a colocar en nuestro ritmo interno para que vayamos al son de nuestro propio compás. Para que podamos dirigir nuestra energía hacia aquello que sintamos necesario validar en este momento concreto de la vida, que podamos organizar de nuevo nuestro tiempo y nuestras prioridades así como la energía que queremos realmente invertir en el entorno que acompaña. El agotamiento es una posibilidad de poner perspectiva, como si miráramos desde una ventana nueva protegidos por el no tiempo y sosteniendo cierta distancia con la urgencia.
El agotamiento puede aparecer como guía date la oportunidad de preguntarte al menos qué hace allí, a tu lado.
