Nuestro camino y los cambios

por | Uncategorized

En el camino de cada una de nosotras existen siembras anteriores a las actuales.

Hemos puesto en otros momentos vitales nuestro esfuerzo, expectativas, intención y trabajo allí.

A veces la cosecha de lo que hemos sembrado dura mucho tiempo y se puede ir renovando con algunos cuidados. Otras veces, hemos de eliminar siembras anteriores y empezar a redireccionar el terreno hacia otras fertilidades posibles.

Cuesta cambiar las semillas cuando en un pasado han ido bien. Es decir, cuesta soltar aquello en lo que hemos puesto tanto esfuerzo y hemos podido disfrutar de algunos beneficios. Cuando algo nos funciona nos es difícil ver que después ya no. o no de la misma manera.

Muchas veces nos quedamos con la idea y sensación de los beneficios de otros tiempos y nos negamos a ver que ya no está ocurriendo lo mismo y que es necesario plantearse las cosas otra vez.

A veces con cambiar la semilla es más que suficiente, otras veces, hemos de replantear algunas cosas más. El terreno, lo que sea que queramos que crezca y todos esos cambios son difíciles porque no otorgan ninguna garantía de éxito.

¿Qué tiene garantía en realidad en esta vida?

Este es el cebo en el cual nos quedamos enganchados en más de una ocasión: la ilusión de éxito asegurado/objetivo conseguido/expectativa alcanzada.

Si nos hacemos el favor de mirar hacia atrás los procesos complejos por los cuales hayamos atravesado, seguramente podremos atisbar que mucho de lo que sucedió no estaba en nuestros planes. Y no por eso fue nefasto o malo. Aunque al atravesarlo así se hubiese sentido.

La apariencia de control es necesaria al ofrecernos un punto en el cual hacer equilibrio mientras tomamos decisiones, pero a partir de ahí pasan cosas que estaban previstas y otras que no.

Cuando no encontramos “ese espacio de equilibrio con apariencia de que tenemos algo controlado” es cuando aparecen síntomas: ansiedad, bloqueo, algún dolor en alguna parte del cuerpo, bajada de defensas, etc. Y eso nos ayuda a quitar el foco de manera obsesiva a lo que queremos controlar. Si utilizamos este tiempo de pausa para encontrar nuestro equilibrio, y tomar decisiones entendiendo que hacer cambios es necesario podremos ir expandiendo partes de nuestra personalidad, madurar, integrar.

Los tiempos cambian porque vamos avanzando en este viaje de ciclo vital. A veces la necesidad de cambio viene guiada por nuestro adentro, por necesidades que tienen que ver con ser coherentes con nuestro ser y nuestra alma. Otras veces el cambio se debe a factores externos (o eso parece) y la sensación de urgencia y presión no ayudan. Pero si lo miramos con perspectiva, el sentirnos urgidos a estos cambios nos impulsa a tomar decisiones que a veces, llevamos mucho tiempo fantaseando y que no encontramos la manera de concretarlo porque nuestras expectativas están desajustadas en la mayoría de los casos.

Si hay incomodidad constantemente en tu entorno, en tu vida, en la manera en la que sientes este momento quizá haya una necesidad de cambio (interno o externo) llamando a tu puerta.